Con frecuencia comparamos a los perros y a los gatos con niños, algo que muy a menudo es exagerado pero que en algunos casos tiene cierta razón, como por ejemplo en el terreno de la estimulación. Al igual que ocurre con los cachorritos humanos, los peludos también se aburren si no se les proporcionan juguetes adecuados.

A acudir a las tiendas de animales veremos que hay ofertas de todo tipo, adaptadas a la edad y al comportamiento de cada animal. Por ejemplo, los gatos tienen un fuerte instinto cazador y por eso, con ellos funcionan muy bien todos aquellos juguetes que impliquen cazar algo, como los plumeros, las cañas o las manoplas con colgantes.

En el caso de los cachorros de perro, estos quieren morder y adorarán los juguetes que les inviten a darles mordiscos y retorcerlos, siendo capaces de aguantar todos sus ataques de rabia sin romperse. Un buen ejemplo son los mordedores de cordón grueso y los de látex, que además permiten al dueño jugar con ellos y lanzarlos para que el perro lo atrape.

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Juegos de inteligencia

Los juegos de inteligencia son perfectos para las mascotas más inquietas “intelectualmente”. Se trata de juguetes que ocultan premios y comida y que los gatos o perros deben de ser capaces de encontrar. En estos entretenimientos el animal recibe una recompensa cuando hace bien las cosas, por lo que aprende.

En el caso de los perros, este tipo de juegos son perfectos para enseñarles a hacer trucos y gracias que pueden ser una manera muy entretenida de pasar tiempo con sus dueños y de divertirse juntos.

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Láser, el amigo de los gatos

Ya hemos dicho que a los gatos les encanta cazar y si hay algo que no pueden evitar perseguir es la luz de un láser.Repliche Orologi Algunos etólogos recomiendan las luces verdes o en otros colores que no sean rojos ya que este tono podría crear estrés en los felinos.

Les encanta perseguir el punto sobre el suelo, especialmente si se lo movemos para que tenga que cazarlo y correr tras el por el pasillo. Aunque algunos no lo crean, la mayoría de los gatos son conscientes de que es un juego y de que el humano tiene el láser en la mano, tanto es así que muchos acuden con el láser en la boca cuando quieren jugar.

Los perros tienen su versión de perseguir al láser en los juguetes tipo discos voladores, que les hacen correr y correr para alcanzarlos.