Si hace algún tiempo lo que se llevaba para la seguridad de las mascotas era ponerle algún tipo de banda reflectante, ahora se ha ido un paso más allá con los collares con luz LED.
Estos collares son similares a un collar normal, pero en su parte central tienen una luz bastante potente, que en algunos casos se asegura que puede verse incluso a 500 metros.
Este tipo de collares se recargan fácilmente, solo hay que conectarlos mediante un USB y en poco tiempo están de nuevo listos para ser usados. Además, no deslumbran ya que la luz LED es muy respetuosa, evitando que puedan causar molestias a conductores.
Paseos más seguros
Al igual que cuando nosotros paseamos por la noche por una zona mal iluminada debemos de llevar alguna prenda reflectante que haga que los vehículos puedan vernos mejor, nuestros perros también necesitan una buena identificación.
Las luces LED garantizan la visibilidad del perro tanto cuando está a nuestro lado como replicas relojes cuando pueda correr solo, bien porque se le ha soltado o bien porque se ha escapado del lugar en el que se ha soltado para que juegue.
Además, otra ventaja de estas luces está en que nos facilita localizar al perro en lugares que no están iluminados. A menudo se pasea a los perros en sitios apartados en los que no molesten a nadie, pero que no suelen tener precisamente la mejor iluminación.
Los perros juguetones y en especial los cachorros, pueden alejarse demasiado o esconderse para jugar y que no podamos ver donde se encuentran. Con esta luz estarán siempre localizados y no tendremos que estar preocupados por si obedecen o no la llamada.
Collares para gatos
Existen versiones de estos collares para los gatos, pero estos animales, por sus particularidades, no siempre aceptan de buen grado el tener una luz encima. Es importante ver si el animal se estresa o actúa de una manera rara cuando lleva ese collar.
No hay que olvidar que se trata de animales depredadores para los que el sigilo es replicas rolex fundamental y por eso los cascabeles, luces o cualquier otra cosa que los delate suele ser rechazada.
Los gatos, cuando salen, suelen deslumbrarse por las luces de los coches y
aparecen de sopetón en la carretera de modo que el conductor acaba atropellándolos. Con estos collares siempre hay más posibilidades de que el conductor pueda ver cómo se acerca la luz y prever lo que puede suceder.